Dedico el presente sitio a quién hizo de mi la persona que hoy soy, mi padre.
El 22 de diciembre del año 2006, luego de una dura enfermedad, Roberto César Pizarro Novoa dejó este mundo para ir a un lugar mejor.
Al no desear que su legado pase invisible frente al curso de los años fue que me propuse efectuar un resumen de sus méritos profesionales como Oficial del Ejército de Chile, el mínimo regalo que en estos tiempos le podría entregar.